El viaje ya comenzó

Muchas veces es complicado delimitar o marcar el comienzo de algo. Marcela siempre dice el viaje comienza cuando te subís al transporte que te lleva al aeropuerto, puerto, estación de tren o bus.

Podríamos decir que nuestro viaje comenzó el 3 de agosto cuando partimos para Costa Rica, con un futuro incierto y no determinado, o un par de meses antes, cuando partimos para la quinta de Juan Garzón, para quedarnos allí y acomodar todos los detalles de nuestra partida. Y tal vez no sea importante determinar un punto exacto de comienzo, pero si es importante saber que ya estamos rodando y no tenemos intenciones de parar.

Para darle un poco de orden a las fechas diría que el 3 de agosto de 2013 salimos para Costa Rica desde Buenos Aires. El 14 de septiembre de 2013 viajamos a Winston Salem, NC, y el 13 de diciembre retornamos a Costa Rica.

Winston Salem, NC

Durante el 2014 hicimos varios viajes cortos y muy divertidos por Costa Rica que incluyeron Punta Leona, Tortuguero, el volcán Arenal y Villa Caletas.

Volcán Arenal

Playa blanca - Punta Leona

Tortuguero

Atardecer en Villa Caletas

Ahora estamos en Santa Teresa, un pequeño pueblo al borde del océano Pacífico en la parte oeste de Costa Rica. Un lugar completamente diferente a lo que ya conocíamos de Costa Rica, tan diferente que no parece Costa Rica, no se escucha casi la palabra Mae o la típica frase Pura Vida. El lugar está lleno de gente joven, casi tod@s lind@s y atlétic@s y llamativamente no hay ningún gimnasio cerca! Pero si olas para surfear y hacer bodyboard. La mayoría de los hombres y mujeres tienen los abdominales marcados con trajes de baño femeninos más parecidos a los de Punta del Este.

Santa Teresa, Costa Rica

Todo destila onda, lugares para comer gourmet, una Bakery parecida a Le Ble con un estilo de panadería francesa exquisito y restaurants y bares en la playa. Anoche luego de tomar algo en Rancho Itauna, un lugar muy lindo en la playa, partimos para Kika, un bar al aire libre con una banda en vivo muy bueno. Aunque llamativamente el 90% de las personas que estábamos ahí éramos argentinos, y la edad promedio creo que era de 25! Marcela luego de su tercera o cuarta cerveza y con sus increíbles ojos medio achinados me dice: “Me siento en Belgrano R”, (hay que aclarar también que los chic@s tenían ese look como que estaban tomando algo en Sullivan, pero en vacaciones y la palabra Mae fue reemplazada por la palabra Boludo. Lo que casi no se vio afectado por el virus argentino fue la música, escuchamos muy buenas versiones de temas de Pink Floyd, The Doors, algo de regeae y otros grupos de rock en inglés. Lo que muchas veces no se puede transmitir es el momento, la magia o el aura que se forma en el ambiente, en este caso nocturno con un cielo estrellado, la música creada en el momento, unas copas de cerveza, un lugar desconocido y el enamoriamiento de dos personas. Es uno de los cocktels que saben más ricos, condimentados con planes locos para el futuro, diálogos profundos y un estado mental sin preocupaciones. Así fue la noche de ayer. Y es parte de este viaje que decidimos emprender con Marcela y los chicos. Que por el momento se está desarrollando en Costa Rica.